Recientemente, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP, 2022) ha propuesto un conjunto de competencias a considerar dentro del Marco Nacional Curricular (MNC). En este contexto, el desafío no pasa por ahondar en la discusión de matices en las definiciones —en lo que, sin dudas, es posible extenderse—, sino en experimentar estas competencias. El desafío hoy es reconocer cuándo y cómo se presentan en la práctica; organizar las ideas sobre lo que nos es habitual: comunicarnos, trabajar con otros, regular nuestro aprendizaje y pensar en forma crítica; acordar un punto de partida claro para abordar estas cuestiones e involucrar a los estudiantes.
El libro se organiza en seis capítulos y aporta conceptos, pautas fundamentales para el desarrollo de competencias transversales y herramientas para que el docente pueda ponerlas en práctica. El primer capítulo presenta reflexiones generales respecto de las competencias transversales o llamadas blandas. Los cuatro siguientes analizan cada una de las competencias (la comunicación, el trabajo en equipo, la autorregulación del aprendizaje y el pensamiento crítico), abordan su definición, la forma en que se comprenden y trabajan habitualmente y orientaciones prácticas para apoyar su desarrollo. En el sexto capítulo se vuelve sobre algunos de los conceptos fundamentales que han orientado este enfoque.