En 2022 el libro Quien lo encuentra, se lo queda de Keiko Kasza, que pertenece a la colección Buenas noches, fue seleccionado para integrar la Biblioteca Solidaria de ProLEE.

El Programa de Lectura y Escritura en Español (ProLEE) de la Dirección de Políticas Lingüísticas fue concebido por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) con el propósito de promover el impulso a la inclusión académica y actualmente se inscribe como línea educativa transversal.

Este programa procura fortalecer el dominio de la lectura y la escritura de los estudiantes, atendiendo a su nivel real de conocimiento, independientemente del grado curricular en que se encuentren para hacer posible su permanencia y continuidad en el sistema educativo. En particular, se propone contribuir con la consolidación de los conocimientos y prácticas involucradas con la lengua escrita y con la oralidad como situación de interacción social.

A partir del propósito fundamental descrito, ProLEE desarrolla un conjunto de acciones relacionadas entre sí. Biblioteca Solidaria es parte de este conjunto de acciones y, a lo largo de los años, varios libros de la editorial han sido seleccionados para integrarla.

Hace un tiempo charlamos con Sandra Mosca, coordinadora de ProLEE, para que nos cuente acerca de este proyecto.

¿Cuándo nace el proyecto Biblioteca Solidaria? ¿Cuál es su objetivo principal? ¿Quiénes son sus destinatarios? A grandes rasgos, ¿cómo funciona Biblioteca Solidaria?

Biblioteca Solidaria nace en 2013 con el propósito de incluir a los escolares en la cultura escrita. Se plantea como cometidos:

- La conformación de una comunidad de lectores, en el entendido de que la lectura constituye una práctica social y cultural y que la formación de los niños como lectores y escritores demanda una comunidad cada vez más letrada. En este sentido, Biblioteca Solidaria convoca a mediadores de lectura de la comunidad (familias, vecinos, exalumnos…) a integrar equipos comunitarios de lectura que aporten sus valoraciones y modos de leer particulares. Este aporte es fundamental para que los niños comprendan el sentido de las prácticas de lectura y escritura; que estas son importantes en la escuela porque también son importantes fuera de ella.

- La incorporación y ampliación de referencias culturales que posibiliten comprender los textos escritos, es decir, la construcción de bibliotecas mentales, concepto tomado de Jean Hébrard. Para ello, Biblioteca Solidaria propone, en sintonía con este autor, la lectura sostenida, la relectura y la conversación sobre lo leído de un conjunto acotado de libros que cada institución selecciona.

¿Cómo ha ido cambiando a lo largo de los años?

En 2013, ProLEE convocó a las directoras de 300 jardines y escuelas de todo el país, seleccionados por el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), para invitarlos a integrarse a Biblioteca Solidaria. En 2014, el proyecto comenzó a implementarse en los centros educativos que aceptaron ser parte de la propuesta (la amplia mayoría de las instituciones invitadas en 2013). A estos centros, ProLEE entregó 300 colecciones de libros de literatura infantil y juvenil (obras uruguayas, hispanoamericanas y traducidas al español seleccionadas por una Comisión Consultiva convocada por ProLEE); también proporcionó materiales de apoyo para los docentes y mediadores de los equipos comunitarios de lectura.

En 2016, se sumaron 200 escuelas Aprender, que invirtieron los fondos del Proyecto Oportunidad Desarrollo Educativo y Social (PODES) en la compra de libros de la colección de Biblioteca Solidaria.

En 2019 el CEIP proporcionó colecciones para que 500 nuevos centros pudieran incluirse en Biblioteca Solidaria. En forma simultánea, ProLEE fue incrementando año a año las colecciones iniciales de las 1000 instituciones y brindándoles insumos teóricos y materiales de apoyo para el desarrollo del proyecto.

¿A cuántos estudiantes, docentes y mediadores de lectura de la comunidad llegan?

Biblioteca Solidaria alcanza a escuelas y jardines de todo el país, urbanos y rurales. En el medio rural el proyecto es llevado a cabo por los Centros de Apoyo Pedagógico Didáctico para Escuelas Rurales (CAPDER) de cada inspección de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP).

Cada centro cuenta con una maestra referente que coordina con el colectivo docente y la comunidad el desarrollo de Biblioteca Solidaria en su institución.

Un número importante de escuelas han permanecido en Biblioteca Solidaria desde su inicio, año tras año, incluso en el contexto de pandemia por Covid-19, en el que se crearon alternativas para su implementación.

¿Qué otras iniciativas o experiencias se han generado a partir de Biblioteca Solidaria?

Biblioteca Solidaria ha coordinado con la Universidad de la República (específicamente con la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y la Facultad de Información y Comunicación) y con el Consejo de Formación en Educación propuestas de extensión en el proyecto para que sus estudiantes se formen y actúen como mediadores de lectura de la comunidad, vivenciando también, de esta manera, la lectura y la escritura en su dimensión de prácticas sociales y culturales.

¿Qué esperan de Biblioteca Solidaria para los próximos años?

El desafío es continuar brindando insumos, tanto teóricos como materiales, para las escuelas y jardines que ya están trabajando en el proyecto. También incluir a las instituciones nuevas que solicitan su participación. Para ello es necesario brindar colecciones de libros y materiales de apoyo, y continuar con las líneas de extensión en los ámbitos de formación terciaria.