Poner las emociones en juego
Leer literatura nos abre al mundo y, a la vez, nos conecta con nosotros mismos. Nos permite conocernos mejor y generar empatía con personajes tan diferentes de nosotros... como un dinosaurio.
Leer literatura con otros nos permite enriquecer nuestras interpretaciones, descubrir aspectos que no habíamos notado en el texto o en las ilustraciones, sorprendernos acerca de cómo una misma situación puede generar diferentes reacciones en cada uno. Además, hace que nos sintamos parte de una comunidad de lectores con referentes compartidos.
Leer literatura nos conecta con nuestras emociones, nos da palabras para poder nombrar algo que nos pasa y que no sabemos bien cómo explicar, nos permite hablar de algunas situaciones que, tal vez, en la cotidianeidad del aula, no aparecen.
Leer literatura con otros genera un clima de complicidad y de intimidad que muchas veces termina siendo disparador de otras conversaciones.
¿Por qué trabajar las emociones a través de la literatura?
A todos nos atraviesan las emociones y estas inciden en nuestro comportamiento. ¿Son las mismas?, ¿las expresamos de las mismas maneras? No, claro que no.
Por eso, es importante poder comprender nuestras emociones. Mientras leemos y conversamos sobre lo leído, vamos generando un vocabulario para poder nombrar con claridad lo que les ocurre a los personajes y también a nosotros, los lectores. Esto implica tomar conciencia de las propias emociones, identificarlas y darles nombre, así como también percibir y comprender las emociones y los sentimientos de las demás personas.
Te invitamos a conocer más sobre el proyecto y sumarte. Escribinos a holauy@santillana.com para saber cómo implementarlo en tu colegio.